La vida se volvió real.

Llega un momento en la vida en el que nos encontramos con la realidad, o mejor dicho, la realidad nos encuentra a nosotras.

Es que un día, la vida se pone en serio.

Nos encuentra un poco más adultas y ya no nos da todo lo mismo. Ya no nos da lo mismo ir a un hostel que pagar un poco más para estar cómodas, como tampoco nos da lo mismo el café instantáneo que sentarse a tomar un buen café, tal vez preferimos juntarnos a tomar algo con una amiga y hablar de la vida, que salir a bailar hasta las 6 de la mañana.

Empezamos a prestarle más atención a todo; a lo que hacemos, con quién lo hacemos, a lo que dejamos de hacer, a lo que comemos, a cuidarnos, a los detalles y a elegir más de todo eso que nos hace bien.

Empezamos a escucharnos y eso hace que todo se vuelva más claro.

Es por eso que buscamos y valoramos lo real. En las relaciones, en las experiencias, en los sentimientos y en todo lo que hacemos.

Y necesitamos que también sean reales con nosotras, con nuestro cuerpo, con nuestra piel.

Sí. La vida se volvió real, y nunca estuvo tan buena.

 

BIU Real science for real skin